El stroller tiene sensores y un motor eléctrico que permiten salir a caminar o correr mientras el carrito se autopropulsa. Además, cuenta con un compartimento para calentar mamaderas como también micrófono y cámara incorporados.
Según relata a Infotechnology su creador, la idea original de SmartBe nació gracias a los sensores Parallax, que Morro conoció en la cadena de librerías Barnes & Nobles. Allí su lamparita se encendió cuando vio cómo pequeños robots se movían al detectar un determinado color y cómo se mantenían siempre a una misma distancia de ese objeto o persona, moviéndose si aquel cambiaba de posición.
Morro pensó que si sumaba esa tecnología a un cochecito, padres y madres podrían conectar los sensores del stroller con una aplicación descargada en sus smartphones o smartwatchs y salir a correr o caminar con su bebé sin la necesidad de empujar un carrito.
El equipo detrás de SmartBe dice que su desarrollo es “una niñera con ruedas”. Entre sus fundamentos mencionan algunas funciones del cochecito, como su calentador de mamaderas y sus toldos automatizados -incluidos con la intención de para proteger al bebé de la luz y los insectos. Además, el desarrollo cuenta con un colchón que se mece de forma autónoma, altavoces Bluetooth para reproducir música y un controlador de clima. A ellos se suman un compartimento con llave para guardar objetos de valor y dos cámaras web y un micrófono para seguir de cerca al bebé a través de una aplicación.
A pesar de su optimismo, el creador de SmartBe reconoce que su invención no es un producto económico para el consumidor. Mientras que su versión Early Bird, un cochecito que de la versión más completa del stroller sólo toma el diseño, ronda los U$S 399, el modelo con autopropulsión incluida cuesta alrededor de U$S 3099.
El emprendedor asegura que su equipo ya está en conversaciones con Y Combinator y Singularity, y agrega que el primer objetivo es conseguir por los menos U$S 200 mil, para luego ingresar en una ronda de inversión de U$S 1,5 millones y desarrollar la ingeniera del producto. Sobre su posible comercialización, Morro aclara: “La idea es hacer envíos a todo el mundo y mantener la venta en forma directa, sin ir al retail por lo menos por un año y medio o dos, aunque más de diez distribuidoras ya se mostraron interesadas”.
SmartBe no es el primer emprendimiento en el que Morro se involucra. En 2014, NXTP Labs había mostrado interés en Koibanx, un banco de bitcoins creado el arquitecto argentino, en donde trabajó en conjunto con uno de los referentes de ese negocio, Diego Gutiérrez Zaldívar. Para su nuevo proyecto, Morro reclutó a un equipo internacional y multifacético. Mark Ramondt, su CFO, es un holandés con residencia en Buenos Aires y un pasado en multinacionales como Unilever. A cargo del diseño, por su parte, están Javier Bertani y Ezequiel Castro, directores de la firma de diseño industrial BCK, con sede en Buenos Aires.
A la fecha, el proyecto de SmartBe en la plataforma de crowdfunding IndieGogo –la misma de la que surgió Bluesmart, la valija inteligente ideada por argentinos– reunió sólo un 30 por ciento de la suma estimada para fabricar su primer prototipo y le quedan nada más que 17 días para finalizar su campaña. Sin embargo, el creador del cochecito no se desanima. “Creo que cuando cierra esta campaña vamos a contar con el suficiente dinero para cerrar el prototipado. También estamos trabajando para postularnos a concursos de funding a través de inversores ángeles o fondos de venture capital”, anticipa Morro.